Solo por cuanto duele
no poder ser el primero
en despedirse,
en decir:
“Cuanto los quiero
a los que quiero,
pero, ahora, quien mas me quiere me quiere alla”.
“me quiere alla”.
Solo por cuanto pesan
lo que pesan
estos recuerdos
de tantos años
de tantos tiempos compartidos.
Gozos vividos.
Los dos van a gozar;
el que se va es mas feliz.
El que se queda
queda un tanto golpeado.
Pero, te amo, mi Señor,
no creas que pienso
que tu me has fallado.
No. Yo se que tus promesas
siguen firmes.
No. Yo se que lo que tu escogiste
era simplemente lo mejor.
Mas no puedo parar este llanto.
Tu sabes que esto
nos duele tanto.
No han fallado tus promesas.
Yo te amo porque tu me amas como nadie.
Pero hoy necesito de llorar.